Hoy la tierra y los cielos me sonrien,
hoy llega al fondo de mi alma el sol,
hoy la he visto..., la he visto y me ha mirado....
¡hoy creo en Dios!
G. A. Becquer.
A veces una puerta se abre ... y no sabemos donde nos llevara el corazon ... eterno viajero que se detiene en fotos amarillas y olvidadas, adolescencia, musica, risas... todo vuelve de golpe y me siento ausente, lejana, distinta de mi, soy otra, soy aquella que lloraba y reia, que creaba poesia y arte a cada hora, que soñaba con sus pupilas, con sus pestañas, con el amor inocente escondido en el cuerpo de un angel caprichoso, lleno de sol y cielo; de un demonio risueño, picaro y escurridizo, que ni siquiera me miraba.
Amor, hormonas, encanto, magia juvenil ... ¡quien sabe!, pero que felicidad iradiaba, que dias gloriosos al verte pasar, que dulzura en los labios, que temblor en el cuerpo, que inocencia en la mirada...
Gracias, por abrir otra vez la puerta, "aunque ya no quieras ir a jugar".
Porque al darte la pureza
de que es símbolo celeste,
como a ella te hizo Dios
de oro y nieve.
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